¿Conoces la historia de los robots colaborativos?

Es un hecho que en el 2019 los robots colaborativos han crecido increíblemente en la automatización industrial y seguirán creciendo aún más en los próximos años debido a sus ventajas competitivas que ofrecen al mercado, tal como el poder interactuar en el mismo espacio de trabajo con el operario, su bajo costo en comparación con otras soluciones de automatización (hasta 5 veces más abajo que un robot industrial), su fácil programación, entre otras.

Según un reciente reporte de MarketsandMarkets, en el 2023 se tendrá un valor de mercado de robots colaborativos de $4.28 mil millones y para el 2025 alcanzará los $12 mil millones de dólares.

¿Pero cómo inició está revolución industrial en la robótica?

Fue en los años 90’s cuando comenzó la preocupación de la manera ergonómica que contaban en las áreas de automatización y manufactura. La principal razón: el trabajo repetitivo para operarios cuando soluciones automatizadas tenían el potencial de resolver el problema.

Así fue que se creó un dispositivo el cual constaba de máquinas colaborativas donde era operada por medio del control de una computadora (IADs). Este fue el primer tipo de robot colaborativo en la industria.

Hasta el año 2008, Universal Robots vendió el primer robot colaborativo de la historia a Linatex, proveedor danés de caucho y plásticos para aplicaciones industriales, iniciando la era de la robótica colaborativa. Al día de hoy, UR ha vendido +25,000 cobots alrededor de 55 países del mundo.

¿Por qué elegir un robot colaborativo?

Los robots colaborativos están diseñados para trabajar junto a los humanos, con precisión, fuerza y velocidad para lograr en conjunto una alta eficiencia en la línea de producción.

Los ‘’cobots’’ tienen las capacidades de realizar actividades repetitivas y a la vez dejar de funcionar si entran en contacto con el operario. Es así que una de las diferencias más notorias entre un robot colaborativo y un robot industrial es la ausencia de celdas de seguridad.

Se simplifica la programación, tanto que permite a los operarios programar el robot de una manera intuitiva moviendo sus ejes de un punto deseado a otro. Se reduce el tiempo de montaje de semanas a horas, además, que durante una aplicación se puede manipular la velocidad y monitoreo de distancia o sensores de proximidad para evitar lastimar al operario.

El ROI (retorno de inversión) de un proyecto con un cobot es casi inmediata, ya que se reduce las necesidades de personal y aumenta las horas productivas.

Industrias y aplicaciones para robots colaborativos

Los cobots se integran fácilmente en actividades, así que no importa el área de trabajo en su línea de producción ¡los robots colaborativos pueden automatizarla!

Desde aplicaciones delicadas hasta las actividades más repetitivas y tediosas. La automatización con cobots es muy fácil de crear, con los accesorios e integraciones adecuadas se puede desarrollar una solución en tus procesos.

Algunas de las aplicaciones donde puedes incorporar un robot colaborativo: